martes, 26 de junio de 2007
Pushkar ( 2a parte )
miércoles, 25 de abril de 2007
Con B de Bollywood
Namaste,
Bueno, volví a India para colaborar durante tres meses con Aasara y Sonrisas de Bombay, de la que Xavi ya os ha hablado, y mi vuelta a Barcelona fue un poco dramática.. te comparas, recuerdas, blablabla. Tanto es así que ya tengo billete para volver: del 12 de mayo al 8 de junio.
Ay, que sosería que estoy escribiendo, ¿no? Ahora soy profesora de danzas bollywood, periodista, amiga de sus amigos, hija de sus padres y hermana de sus hermanas.
:-)
Ah, y también tengo un blog... http://sehacecaminoalbailar.blogspot.com.
domingo, 22 de abril de 2007
Pushkar (1a parte)
La teoría es que la feria se celebra durante los diez días que preceden la luna llena de noviembre, pero en India las cosas no siempre ocurren cuando está previsto. Otra característica de los indios es que les cuesta mucho decir que no saben una cosa cuando les preguntas. Esto hace que a menudo se inventen las respuestas y que de una misma cuestión tengas 3 o 4 contestaciones distintas. Así, estando en Udaipur, ciudad rodeada de lagos especialmente recomendable para visitar en pareja, me enteré, gracias a una chica francesa que conocí allí, que la feria empezaba en dos días. Esto alteró por completo mis planes de viaje pero al disponer de 2 meses sin compromisos de ningún tipo con nadie que no fuera yo mismo, viajaba solo, reservé un billete de autobús en dirección a Pushkar.
Ya en el trayecto me pude hacer una ligera idea de lo auténtico que podía ser el evento de los camellos. Desde Udaipur, 6 horas hasta Ajmer, y después cambio de vehículo hasta el destino, a tan sólo 12 kilómetros pero por una carretera estrecha y de difícil acceso. Después de esperar unos 20 minutos en plena calle de Ajmer, a las 5 de la mañana, llegó un minibús vacío. Subí y me sorprendí del espacio de que disponía…un espejismo. De repente empezaron a subir auténticas riadas de indios nómadas, con sus turbantes de mil colores, sus pequeños sacos con todas las pertenencias de una vida, sus palos, sus bigotes...y al final no cabía ni un alfiler. Qué locura!!
Como quería quedarme en el pueblo una semana como mínimo, decidí buscar algún alojamiento un poco apartado del ruido de tiendas, templos (más de 400), y por supuesto de los camellos. Lo encontré muy rápido. Aquí dormí durante 10 días!!! Una cabañita encantadora (sin lavabo), desde la que no se oía nada más que una voz directa de las montañas que rezaba las 24 horas del día sin interrupción, aunque el cuarto día ya formaba parte de la rutina y parecía no estar.
Primer viaje en autocar
Estando ubicado allí arriba, como en un “zulito” en movimiento, pensé que podría haber sido peor, pero todavía no había visto nada. En las 2 primeras horas de trayecto ya habíamos parado 7 veces para recoger gente, en los compartimentos que yo pensaba que eran para 2 persones se metían 4 y hasta 5. Gente amontonada en el suelo (en un lance del viaje llegue a contar hasta 12) y evidentemente el único turista, el rey de la casa.
De repente llegamos a una gran explanada en medio de ningún sitio donde debía haber unos 30 autocares como el mío o peor, y con gente saliendo de debajo de las piedras intentando vender cualquier cosa de comida o bebida a través de las ventanas…una auténtica locura!! En mi interior, por un lado una vocecita me iba diciendo “es una experiencia que hay que vivir”, por el otro unos gritos me repetían ¿qué cojones hago aquí?
Había momentos que conseguía evadirme un poco de esta situación gracias a la música, que me trasladaba a sitios lejanos, y al paisaje. Entonces asomaba la cabeza por la puerta de mi compartimiento y veía PURO INDIA. Empezábamos a viajar a una buena velocidad de crucero y la cosa se movía que te cagas!! Oscurecía poco a poco, ya llevaba muchas horas allí metido pero todavía quedaban muchas más.
Hora de cenar, esta vez la parada fue en otro lugar remoto donde solo había 2 restaurantes llenos hasta la bandera. Me lo tomé con filosofía y me senté en una mesa con una familia que se sorprendió mucho de mi presencia. Comí rápido no sé exactamente qué y volví a mi “zulito”, en compañía de mi amigo Kapuscinski y sus “viajes con heródoto”, el libro que me estaba leyendo esos días. Al poco rato alguien decidió que era hora de dormir y se apagaron todas las luces.
Quedaban más de 8 horas, ya no sabía como ponerme y me parecía imposible poder dormir con los botes que daba el autocar. Cuando estaba en ese dulce momento de semiinconsciencia apunto de empezar a soñar, noté un frenazo brusco, un golpe no excesivamente fuerte y ruido de cristales rotos, nos habíamos quedado sin parabrisas y tardaron 45 minutos en recoger el destrozo. Después de una última parada para beber un te a las 4 de la madrugada, y tras 18 horas de trayecto, llegué a Udaipur.
martes, 13 de marzo de 2007
Silenci!
Pequenyo cuento ruidoso
“Me despierta a las 2 de de la manyana la musica de los baffles del templo del pueblo, pues estamos en epoca de festivales. Me duermo de nuevo pero a las 4 me despierta una pelea de perros. A las 6 en punto un gallo empieza a cantar y sigue y sigue cada 20 segundos hasta las 7. Me levanto , me ducho y me voy a dar un paseo por el pueblo. Pero aqui en vez de palomas tienen cuervos y mi paseo rodeado de graznidos se parece mas a una pelicula gore que a otra cosa.Me cruzo con una madre con su hijo de 2 anyos. El lleva unas sandalias que, cada vez que pisa el suelo, suenan como un peluche. Me acerco al centro del pueblo y entre pitidos miles llego a la estacion de autobuses, donde unos diez o quince empleados gritan los nombres de sus respectivos autobuses (Chidambaraaaaaan., Maduraiiiiii!!!). Subo a un autobus con destino a la playa. Me doy cuenta de que estoy sentado junto a un baffle y durante el trayecto los grandes exitos de Bollywood resuenan en mi cabeza.
Llego a mi destino y me tumbo en una tranquila cala. Aparece un grupo de indios que empiezan a jugar con el agua y a gritar como si estuvieran poseidos. Decido refugiarme en un chiringuito apartado. En seguida empieza a sonar una estrepitosa musica fusion electro-hindu. Por la noche vuelvo al pueblo rodeado de los mismo ruidos de la manyana. Me acuesto y al cabo de media hora oigo, a traves del finisimo tabique de mi habitacion de albergue, los ronquidos de mi vecino. Consigo dormirme y un mosquito aparece en escena sobrevolando mis orejas. Decido poner el ruidoso ventilador para ahuyentarle y me duermo con la satisfaccion de saber que al menos el ultimo ruido de la noche lo he provocado yo”
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Trichy - Templo de Sri Ranganathaswamy
Descubro un grupo de hombres y otro de mujeres sentados frente a frente junto a un pequenyo altar. Cantan mantras en sanscrito. Son canticos repetitivos pero en vez de hacerse pesados resultan harmonicos: en tu cuerpo resuena la musica y te parece como si el sonido saliera de tu interior.
lunes, 26 de febrero de 2007
AASARA II (Suraksha)
De repente me encuentro sentado en el suelo, rodeado por todas ellas, 23 niñas con sus ojos grandes y brillantes, que me piden alborotadas que les cante canciones en “spanish” que ellas repiten. De todas solo un par o tres saben alguna palabra en inglés, el resto, marati o hindi. Pero hay momentos en los que sobran las palabras, el ambiente adquiere una atmósfera mágica y con simples gestos, miradas, sonrisas…todo se acaba entendiendo, es el lenguaje de la vida, que va más allá de las personas. Después ellas cantan a coro y soy yo el que intenta repetir. Y así pasan las horas...
Des del primer día, la presencia de un extraño ha despertado la curiosidad en todas ellas, pero hay una que se mantiene un poco al margen. Se llama Netra, tiene 3 añitos y una mirada encantadora. Si pudiera me la llevaría en mi maleta…Pero resulta que es la única niña que no es del orfanato, sino que es la hija de la mujer que va a limpiar. Poco a poco va cogiendo confianza y cuando saco la cámara de fotos, se pone simpre en primer plano.